El pulgón amarillo de la caña de azúcar es un áfido que ingresó a Latinoamérica por México en 2013, y a mediados de enero del año 2021 se alertó su presencia afectando a hojas y tallo de las plantas de los cultivos de sorgo de la provincia del Chaco, Argentina. Una plaga que fue calificada como «devastadora» por la cadena del cereal. (Casuso et al., 2021).
Se lo identifica por su color amarillento, con cornículos (apéndices abdominales), antenas y puntas de las patas oscuros. Suele ubicarse en el envés de las hojas, iniciando su infestación desde la base hacia la parte superior de las plantas. Se trata de una plaga diminuta pero voraz, con una tasa de reproducción explosiva que “si no se controla a tiempo produce daños terribles”, pues se alimenta de la savia perjudicando directamente el crecimiento, desarrollo y formación de granos y siendo, además, un potencial vector de virus.
Recomendaciones para su manejo:
En cuanto a umbra de daño, investigadores estadounidenses sugieren entre un 20% a un 30% de plantas infestadas con 50 hasta 125 pulgones por hoja antes y después de la floración, respectivamente. Sin embargo, ante la falta de información local, la recomendación es “si vemos pulgón, la decisión es no esperar a una alta incidencia y aplicar insecticidas residuales indicados para frenar el rápido crecimiento de las poblaciones y minimizar daños”.
En el momento de realizar un control químico, es muy importante ajustar la técnica de aplicación y el momento, debido a que en un sorgo muy desarrollado no es fácil llegar a la base de las plantas. Los especialistas sugieren evitar el uso de herramientas químicas en los momentos donde se maximizan los enemigos naturales y las abejas, como ocurre alrededor de la floración. Adicionalmente, el tratamiento de semillas con insecticida es otra estrategia a considerar para proteger el cultivo en la primera fase de su desarrollo vegetativo.
Debido a que el insecto puede sobrevivir en las gramíneas luego de la cosecha, se aconseja controlar rebrotes de sorgo y a su hospedante alternativo: el sorgo de Alepo. En invierno el pulgón subsiste en la base de las plantas, y hacia la primavera migra hacia la parte superior, con preferencia sobre sorgos desarrollados.
Para hacer un buen manejo integrado, un eslabón importante es el uso de materiales con tolerancia alta a pulgón amarillo, “lo que va a permitir un control más eficiente y reducir la necesidad de insecticidas, y con una ventana de aplicación más amplia”. Actualmente hay una fuerte orientación de los programas genéticos para elaborar híbridos resistentes.
Bibliografía consultada:
Casuso et al., 2021. Evaluación de distintos tratamientos insecticidas para el control del pulgón amarillo del sorgo.
Aapresid. Blog. Productores sorgueros atentos: Pulgón amarillo cana azúcar